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Aveces las palabras suelen sobrar cuando las miradas poseen el silencio con una sutileza que acaricia cada espacio de soledad.

No existen pequeños detalles que lleguen abrazar la simpleza de los pasos, sólo una mirada recorre los milímetros perdidos del cuerpo donde ni el sol alcanza a llegar a tocar. Sólo la ilusión conoce la magia del olvido de esas huellas en los vacíos de la oscuridad.

No se necesita la luz envejecedora de recuerdos para caminar en la noche perdida en algún día del mes, sólo una mirada te guía a ese lugar inpensable de existir.

Primeras veces de mundos posibles que se revientas al posarse en miles de agujas repartidas por el cesped.

Hace lo que nadie te diga que hagas.. GRITA!! ya bre los ojos a esa mirada que cala las flores en blanco y negro que habitan en el segundo piso de aquella calle de tu mente.

Abre las cortinas y dale el paso libre a esa mirada que puede llegar a despejar el polvo acumulado por la tristeza de unas falsas sedas de limpieza.

La sombra ya no es sólo una compañía, es la cómplice de la música y el color que esa mirada con temblores y tambores trae.

Róbatela pero no la mates, llévatela pero no la dejes

haz algo con ella pero no la escribas con palabras silenciosas que se perderán en un quisiera o en un deseo directo no cumplido de algún planeta azul que está arriba de tus sueños. Inténtalo, desinténtalo